Exposición Internacional de Milán 2015

Antonio La Gioia
29. octubre 2015
El Árbol de la Vida (Foto: Dirk Verwoerd)

Contra todos los pronósticos y expectativas, tanto internas como internacionales, la Expo2015 de Milán (1 de mayo - 31 de octubre) llega a su final luciendo números muy positivos en términos de visitantes – más de 20 millones – y comentarios entusiásticos del público y de las autoridades italianas. En este sentido se puede hablar de éxito para una manifestación que empezó bajo una enorme incertidumbre debida a los aparentes retrasos en la realización de los pabellones, los casos de corrupción que han manchado la realización de las obras, la inevitable vandalización de la ciudad por parte de los “Black Blocks” en ocasión de la apertura y la escasa confianza en la capacidad organizativa de los italianos. Los números han dado razón a los “expoptimistas” que ahora están recaudando los beneficios de su originaria posición.
 

Foto: www.expo2015.org

Por otro lado no han faltado las críticas sobre los contenidos de esta Expo que ha convertido en un evento “pop” una manifestación que quería ser ocasión de reflexión profunda e independiente sobre los temas de la alimentación mundial y que se había planteado como “algo radicalmente diferente” en las palabras de Stefano Boeri, arquitecto y urbanista líder del grupo de proyecto originario de las instalaciones de la Expo.
 

El equipo de expertos que la administración italiana y el Bureau of International Expositions habían elegido para configurar la exposición era de primer orden con nombres como los de los suizos Herzog & de Meuron, el inglés Ricky Burdett, el estadounidense William McDonough, el español Joan Busquets coordenados por Stefano Boeri.

“En Milán queríamos centrarnos en el contenido, hacer que la Expo fuera un laboratorio útil para la ciudad, que no dejara tras ella el habitual desierto de ruinas” afirma Jacques Herzog, consciente de que “las carpas se irán, pero la infraestructura subyacente permanecerá” como afirmaba Ricky Burdett.
 

Foto: www.bie-paris.org

El masterplan originario estaba organizado sobre un clásico sistema de derivación romana generado por un Cardo y un Decumano, con una multitud de calles laterales sin jerarquía para dar la misma importancia a los países pobres y a los ricos.

El proyecto preveía un “huerto botánico planetario”  formado por grandes invernaderos que reproducían las diferentes condiciones climáticas del mundo (foresta tropical, sabana, desierto, tundra, etc.) y decenas de campos cultivados para dar la posibilidad a los visitantes de ver, tocar y probar los productos de la tierra y que habría sido la herencia de la Expo para la ciudad de Milán.

El masterplan originario de Herzog & de Meuron (Visualización: Herzog & de Meurón)
Visualización: Stefano Boeri

Este espíritu inicial no se vio reflejado en el proyecto realizado según lo que afirma el mismo Jacques Herzog por el cual la Expo se ha convertido en un “gran espectáculo diseñado solo para atraer millones de turistas,…, un negocio muy rentable en los primeros años pero un desastre financiero por la ciudad o el país hospedante”.

Lo que queda es una serie de pabellones - cuyo encanto intrínseco es de toda forma innegable - que ha despertado el interés de millones de visitantes dispuestos a enfrentarse a colas interminables para poder acceder a las instalaciones más espectaculares y grabar su presencia en el evento con un imprescindible selfie.
 

Uno de los pabellones que ha recibido las mejores críticas ha sido el del Reino Unido - diseñado por el artista Wolfgang Buttress y los arquitectos BDP – ganador del premio "Le Architetture dei Padiglioni di EXPO Milano 2015" y del “Blueprint Award 2015”.  Premios y menciones han recibido también los pabellones de Chile (Arq. Cristián Undurraga), Brasil (Studio Arthur Casas y Atelier Marko Brajovic) y Marruecos (Oualalou+Choi).

El pabellón del Reino Unido (Foto: iconic-architecture)
El pabellón de Chile (Foto: Paolo Carlini)
El pabellón de Brasil (Foto: expo2015notizie)

Después del “Árbol de la Vida” del productor y Director Artístico de la Expo Marco Balich, que se ha convertido con diferencia en el símbolo de la Expo2015, el preferido por el público ha sido el pabellón del Kuwait (Studio Italo Rota). 
 

El pabellón de Kuwait (Foto: expo2105.org)

Perdida la oportunidad de reinventar el formato de las Ferias Internacionales, pero legitimada por el gran éxito comercial y mediático de la manifestación, ahora la administración italiana se enfrenta con el reto de dar un futuro a estos espacios, con la esperanza que se contradigan otra vez las expectativas y no se conviertan en el “habitual desierto de ruinas”.