Ya es oficial: el proyecto Garden Bridge ha muerto

John Hill
14. agosto 2017
Imagen: Garden Bridge Trust


Aunque la decisión de Khan de no sufragar los costes de mantenimiento anuales del puente pareció tumbar el proyecto, el Garden Bridge Trust, la fundación creada para construir y ejecutar la iniciativa prevista para el puente, exploró varias opciones para mantenerlo vivo. La organización ha afirmado hoy que entre dichas opciones figuraban «las negociaciones con un posible benefactor dispuesto a sufragar dichos costes» y «nuevas negociaciones con el gobierno». Sin embargo, «el benefactor en cuestión y los patronos de la fundación han determinado que no pueden tirar adelante el proyecto, que siempre fue concebido como una iniciativa pública en el corazón de la capital, sin el apoyo del alcalde de Londres».

El anuncio de hoy concluye, pues, un proyecto de más de cuatro años para construir un puente ajardinado peatonal con un presupuesto inicial de casi 60 millones de libras, que con el tiempo se había hinchado hasta alcanzar tres veces esa cifra (algunas estimaciones cifraban su coste en más de 200 millones de libras, con un coste anual de mantenimiento de unos 3,5 millones de libras). Este año, la organización benéfica se enfrentó a un déficit de unos 70 millones de libras sin haber recibido nuevos fondos desde agosto de 2016. Aunque la iniciativa ha sido desestimada, se invirtieron casi 37 millones de libras de dinero público en ella y, según un artículo de Oliver Wainright publicado en The Guardian, la mayor parte del dinero se la llevó la empresa de ingeniería Arup.

Lo que empezó en 1998 como un monumento en memoria a la Princesa Diana de Gales impulsado por la actriz Joanna Lumley se convirtió en el proyecto predilecto del exalcalde de Londres Boris Johnson, en 2013, cuando el diseño creado por el estudio Heatherwick ganó el concurso celebrado para concebir un puente ajardinado que cruzara el río Támesis desde Temple, en el norte, hasta la orilla sur. Un año más tarde, el puente recibió la aprobación a pesar de la oposición pública, que lo consideraba un proyecto vanidoso y un derroche de dinero público. El proyecto fue más o menos viento en popa tras dicha aprobación, pero cuando Johnson dejó su cargo y Khan salió elegido, el puente quedó, al menos según Lumley, politizado.

Aunque el proyecto del puente ha muerto, su historia queda lejos del fin, ya que los miembros del parlamento y los concejales han solicitado una investigación oficial en relación con el gasto de dinero público. Por otro lado, Heatherwick, el diseñador, conserva la esperanza de que algún día su proyecto podrá llevarse a cabo. Afirma al diario The Guardian que «Londres necesita más puentes y espacios públicos nuevos y sorprendentes. Todavía no ha llegado el momento adecuado para el puente ajardinado, pero espero que algún día llegue y que Londres continúe abierto a ideas que mejoren la vida de quienes viven en la ciudad».

Artículo traducido del original en World-Architects.