Sant Antoni recupera su antiguo mercado

Andrea Pala
25. junio 2018
Mercado de Sant Antoni, Carrer del Compte Borrell | Foto: Andrea Pala

Proyectado por el arquitecto Antoni Rovira y Trias, el mercado fue construido entre 1872 y 1884 en el lugar donde se situaba el acceso sur de la ciudad amurallada de Barcelona, el portal de Sant Antoni. Se trata de uno de los mejores ejemplos de arquitectura de hierro de la ciudad de Barcelona, una grande nave formada por cuatro brazos que confluyen en un espacio central coronado por una cúpula octogonal de veintiocho metros de altura. Su particularidad está en la forma de cruz que permite resolver la manzana del Ensanche de manera diferente y más eficaz, ocupando la parte central y dejando el espacio restante completamente vacío.

El Mercado de Sant Antoni en el Ensanche barcelonés. Fuente: Google Maps

Finalmente, el pasado 23 de mayo, después de casi nueve años de trabajo, Sant Antoni recupera su mercado. Manteniendo su aspecto original y sin perder su esencia ha conseguido renovarse incorporando diferentes equipamientos para uso vecinal y sacando a la luz una parte de la historia de la ciudad: las fortificaciones del siglo XVII y los restos de la antigua calzada romana, la Vía Augusta.

El proyecto de reforma, llevado a cabo por el despacho de arquitectura Ravetllat-Ribas, prevé múltiples novedades distribuidas en cinco plantas, cuatro de ellas subterráneas.

El proyecto del nuevo mercado. Fuente: El Periódico

En el subsuelo se esconde una imponente infraestructura: las plantas -2 y -4 destinadas al estacionamiento de los vehículos con un total de 400 plazas de aparcamiento. El nivel -3 está dedicado a las operaciones de carga y descargas, donde los comerciantes tendrán la posibilidad de almacenar sus mercancías y llevar a cabo la gestión de los residuos. En la planta -1 un gran espacio cubierto rodeado por los restos de la antigua muralla representa la atracción principal. En este nivel, conectado directamente con el mercado por medio de escaleras mecánicas, se concentran varias actividades: un supermercado, un gimnasio, un equipamiento para uso vecinal y un espacio museístico donde exponer los restos encontrados durante las excavaciones, todavía pendiente de ejecutarse.

Mercado de Sant Antoni, planta -1 | Foto: Andrea Pala

En la planta principal, al nivel de la calle, el edificio del mercado ha sido completamente rehabilitado respectando su carácter monumental e histórico. La intervención más radical en esta planta ha sido el derribo del muro exterior perimetral, que ha convertido los cuatro patios interiores en plazas de uso público. En estos espacios se han instalado unas pérgolas donde cada domingo se colocará el mercado del libro.

Mercado de Sant Antoni, Ronda de Sant Pau | Foto: Andrea Pala

Queriendo encontrar algún defecto al proyecto, cuyos méritos son indiscutibles, podría decirse que el mercado se queda demasiado impermeable respecto al exterior. No hay un dialogo entre el interior y las cuatro plazas laterales, solamente los domingos la actividad comercial se muda al exterior gracias al mercado del libro. Esto, tal vez, amplifica la monumentalidad del edificio situándolo en una escala diferente en comparación con el contexto en el que se encuentra.
 

Con el tiempo se podrán constatar los resultados y las reacciones de los habitantes, pues todavía hay partes del proyecto que están pendiente de ejecutarse, pero los inicios hacen pensar que el desarrollo será sobresaliente.